Qué es la firma electrónica avanzada y cómo impactará los trámites estatales y notariales en los próximos años

Qué es la firma electrónica avanzada y cómo impactará los trámites estatales y notariales en los próximos años

La digitalización de los servicios públicos en Chile ha dejado de ser una promesa para convertirse en una necesidad. En ese contexto, la firma electrónica avanzada (FEA) se perfila como una herramienta clave para transformar la relación entre ciudadanos, instituciones y notarios. Aunque su implementación ha sido gradual, los próximos años podrían marcar un punto de inflexión en cómo se gestionan documentos legales, contratos y trámites administrativos.

Qué significa realmente la firma electrónica avanzada

No todas las firmas digitales son iguales. La firma electrónica avanzada es una categoría específica definida por la Ley N° 19.799 sobre documentos electrónicos y firma electrónica. A diferencia de la firma electrónica simple, la FEA permite identificar al firmante de manera inequívoca y vincularlo con el contenido firmado, gracias a un certificado digital emitido por un Prestador de Servicios de Certificación (PSC) autorizado por el Estado chileno.

Según el portal oficial ChileAtiende, esta firma tiene el mismo valor legal que una firma manuscrita en papel, siempre que se cumplan los requisitos técnicos y normativos. Esto incluye el uso de dispositivos seguros de creación de firma y la validación por parte de entidades acreditadas por la Subsecretaría de Economía y Empresas de Menor Tamaño.

Diferencias clave entre firmas electrónicas

Tipo de firmaNivel de seguridadReconocimiento legalRequiere certificado digital
Firma simpleBajoLimitadoNo
Firma avanzadaAltoTotal

Fuentes: Ley N° 19.799 CIPER Chile, Subsecretaría de Economía ACTI

¿Por qué importa en trámites estatales y notariales?

En Chile, muchos trámites aún dependen de la presencia física del ciudadano, la firma manuscrita y la validación notarial. Desde la constitución de sociedades hasta la compraventa de inmuebles, el papel sigue siendo protagonista. Pero eso está cambiando.

La FEA permite que documentos como contratos, poderes, escrituras y certificados puedan gestionarse completamente en línea, sin necesidad de imprimir, firmar a mano ni acudir a una notaría. Esto no solo reduce tiempos y costos, también mejora la trazabilidad y seguridad de los procesos.

Un ejemplo concreto: la constitución de una empresa. Antes, este trámite requería al menos dos visitas a la notaría y la entrega física de documentos. Hoy, gracias a plataformas como Tu Empresa en un Día, es posible constituir una sociedad con firma electrónica avanzada en menos de 24 horas ChileAtiende.

Obstáculos normativos y resistencia institucional

Aunque la tecnología está disponible, la legislación y las prácticas notariales han sido más lentas en adaptarse. El proyecto de reforma a la Ley de Notarías, que buscaba permitir escrituras públicas electrónicas firmadas con FEA, fue modificado en el Senado en 2025, eliminando esa posibilidad CIPER Chile. En su lugar, se creó una nueva función para los notarios: remitir electrónicamente copias de títulos y constituciones de sociedad, pero sin permitir que el proceso completo sea digital.

Este retroceso legislativo ha generado críticas entre expertos en derecho digital. La Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (ACTI) advirtió que la decisión del Senado “cierra la puerta a una modernización segura y accesible” del sistema notarial ACTI. En otras palabras, se mantiene el monopolio del papel en trámites que podrían ser 100% digitales.

¿Qué se espera para los próximos años?

Aunque el marco legal actual limita el uso de la FEA en ciertos trámites notariales, hay señales de cambio. Diversas instituciones públicas ya han adoptado esta tecnología para sus procesos internos y atención ciudadana. El Servicio de Impuestos Internos (SII), por ejemplo, permite declarar impuestos y firmar documentos tributarios con FEA desde hace años ChileAtiende.

Además, el Registro Civil ha comenzado a incorporar certificados digitales en sus servicios, y el Ministerio de Justicia ha impulsado mesas técnicas para revisar el rol de los notarios en la era digital. Si estas iniciativas prosperan, podríamos ver una expansión significativa del uso de la FEA en trámites como:

  • Inscripción de propiedades
  • Otorgamiento de poderes notariales
  • Certificaciones de documentos
  • Testamentos digitales

Impacto en la ciudadanía y el acceso a la justicia

Para muchos chilenos, especialmente quienes viven en zonas rurales o alejadas de centros urbanos, los trámites notariales son una barrera. La necesidad de trasladarse, pagar altos costos y esperar días para obtener un documento firmado puede ser un obstáculo real.

La firma electrónica avanzada tiene el potencial de democratizar el acceso a servicios legales. Al permitir que cualquier persona con conexión a internet y un certificado digital pueda firmar documentos válidos, se reduce la dependencia de intermediarios y se agiliza la relación con el Estado.

Un abogado de Valdivia, consultado por ACTI, lo resumió así: “La FEA no es solo una herramienta técnica, es una puerta de entrada a una justicia más cercana, más rápida y más equitativa” ACTI.

¿Cómo obtener una firma electrónica avanzada en Chile?

El proceso es relativamente sencillo, aunque requiere ciertos pasos técnicos. Para obtener una FEA, se debe contratar a un Prestador de Servicios de Certificación (PSC) acreditado. Algunos de los más conocidos son:

  • E-Certchile
  • Acepta
  • IDOK
  • E-Sign

Estos proveedores ofrecen distintos planes, según el tipo de uso (personal, empresarial, institucional). El certificado digital se puede instalar en un token USB, en la nube o en el navegador, dependiendo del nivel de seguridad requerido.

Una vez obtenida, la firma puede usarse en plataformas estatales, portales privados y sistemas de gestión documental. El costo varía entre $20.000 y $60.000 anuales, dependiendo del proveedor y el tipo de certificado.

¿Qué riesgos existen?

Como toda tecnología, la FEA no está exenta de desafíos. La suplantación de identidad, el robo de certificados y la falta de educación digital son riesgos reales. Por eso, los PSC deben cumplir con estrictos estándares de seguridad, y los usuarios deben proteger sus credenciales como si fueran una llave física.

Además, la interoperabilidad entre sistemas públicos y privados aún presenta dificultades. No todos los portales aceptan FEA, y algunos trámites requieren validaciones adicionales. Esto puede generar frustración y desconfianza entre los usuarios.

¿Estamos preparados para una transformación digital notarial?

La respuesta corta es: parcialmente. Chile cuenta con la infraestructura técnica, los proveedores certificados y una ciudadanía cada vez más conectada. Pero el marco legal y las prácticas institucionales aún están en transición.

La digitalización de los trámites notariales no depende solo de la tecnología, sino de decisiones políticas, voluntad legislativa y presión ciudadana. Si se logra avanzar en una reforma que reconozca plenamente la FEA en escrituras públicas, el impacto será profundo: menos burocracia, más transparencia y mayor acceso a servicios legales.


La firma electrónica avanzada es mucho más que una firma digital. Es una herramienta que puede cambiar la forma en que los chilenos interactúan con el Estado, con los notarios y con el sistema legal. Aunque el camino está lleno de obstáculos, los próximos años serán decisivos para consolidar una transformación que ya no puede esperar.

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